EDGAR BALBUENA

Corinthians presentó oficialmente a su refuerzo paraguayo, un jugador apto para jugar en las cuatro posiciones de la defensa. De una, confesó que es amigo de Carlos Gamarra, el excelente ex jugador que vistiera la casaca del Timao, donde dejó buenos recuerdos. Al toque, señaló que también se mueve bien por la banda derecha, como en sus tiempos inolvidables y también en Brasil, lo hizo Chiqui Arce. Cuando estuvo a punto de firmar por Olimpia, el zaguero había dicho que en su última época en Libertad no trascendió pues mayormente le alistaron como marcador de punta. Cosas del fútbol, ¿no?

El zaguero de 28 años, que llegó a Corinthians procedente de Libertad, cumplió la presentación de rigor y, lo que es más importante, detalló sus sensaciones.

"El corto tiempo que tengo implica un desafío en lo personal, para demostrar lo que valgo", dijo Edgar en referencia a que firmó un contrato hasta diciembre. Tras cumplir ese período se determinará si la entidad prolonga, por dos años, el vinculo que estipula igualmente la compra de la mitad de sus derechos federativos.

En torno a en qué sitio se siente con mayor soltura, el polifuncional elemento defensivo reconoció: "Mi puesto natural es el de marcador central, aunque también me muevo como líbero e incluso como marcador de punta", reconoció.

Como ineludibles referencias, a Balbuena se le consultó sobre jugadores paraguayos que brillaron en Brasil. Los casos obedecen a Carlos Gamarra y Francisco Arce: "En realidad soy amigo de ambos y siempre estamos en contacto fluido, cercano. Somos de visitarnos a nuestras respectivas casas, nos juntamos para almorzar o simplemente charlar. Sé de la huella que Gamarra dejó en este club y lo que Arce dio en el fútbol brasileño. Son ejemplos para mí", argumentóo Balbuena.

El Colorado jugó en Corinthians luego de haber vestido la casaca de Inter de Porto Alegre, a fines de la década pasada. Posteriormente defendió los colores de Flamengo y hace un par de temporadas a Palmeiras, otro conjunto paulista, como el Timao. Arce pasó por Gremio y Palmeiras, en ambos también con suceso.

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